sábado, 24 de septiembre de 2016

Eviterno

“Eviterno, -na
Del latín aeviternus.
1- adj. Rel. Que, habiendo comenzado en el tiempo, no tendrá fin.”



Miércoles y vuelve a llover.
Por dentro, digo.
Que ahí afuera sigue siendo verano,
y vuelve a sonar la melodía de no tenerte a mi lado.

Gris,
como desde que no estás aquí.
Que te llevaste la paleta llena de colores,
dejando solo el negro.

Pero mira,
después de haber oscurecido
vuelve a salir el sol.

Aunque hoy no.
Y llueve.

No dejo de llover
                            [te,
de verte,
de pensarte,
de echarte
                   [siempre de menos.

Y aunque me he prometido
no volver a escribirte de nuevo,
déjame versarte
                           [o besarte
una última primera vez más.

Eviterno,
que eres eviterno.
Me llevas al infierno por atajos,
me dejas en el invierno
si te vas de mi lado.

Eviterno,
que eres eviterno.
Me dejas el alma rota
y el corazón entero.

Eviterno,
que eres y serás eviterno.
Y a ver si dejo de repetirlo
y te tripito a ti una vez más.

jueves, 8 de septiembre de 2016

"That the fire in your heart is out."

"Si donde hubo fuego 
siempre quedan brasas,
hoy aún hay un incendio."


No hace calor si no estás a mi lado,
pero este año parece una excepción,
me arde el corazón.

Dejamos pasar el tiempo
y aún así vuelve el pasado
            para hacernos daño.

Y no avanzamos.
Este amor nos ametralla el corazón
con solo una bala.
O todo o nada.
Como tú.
Como nosotros.
Tú todo,
nosotros nada.

Tenemos las manos todas cortadas
de querernos a medias tintas,
de mala gana
(aunque ganas siempre nos tuvimos).

Nunca digo "te amo"
porque no lo siento,
pero ahora lo dudo
y me envuelve este puto delirio divino
llamado tu piel.

Me pierdo cuando te veo,
me ves cuando me pierdo
           [y me encuentras.
No mientas,
sabes que no tenemos nada que hacer
y sí todo por perder,
estamos acabados.
Ni las noches que pasamos en vela
lograrán salvarnos
ahora que se acaba el verano.

Y yo,
chica de invierno
y enamorada del frío
(casi tanto como de ti),
lo daría todo
para seguir en este verano que me regalas,
para que no te vayas
y puedas salvar(me de) este puto mundo de mierda,
llenando de vida todas mis flores muertas.

Y arder,
arder contigo
hasta que no queden cenizas,
hasta que nuestro corazón solo sea escombros
y ruina.
Arder,
hasta que el fuego se consuma
          [y nos consuma.
  

jueves, 1 de septiembre de 2016

Ojalá siempre.

"Eso de hacerse mayor sucede cuando empiezas a tener cosas que, al recordarlas, desearías cambiar."


No estamos preparados para crecer
aunque, a menudo,
digamos que sí lo estamos.
Lo gritamos a los cuatro vientos
y a los cinco,
lo proclamamos orgullosos.

A menudo sucede
que crecemos demasiado rápido,
de golpe,
sin ser capaces de asimilarlo.

Está claro que no tenerte nos ha hecho crecer,
madurar,
aprender.
Pero ojalá nunca lo hubiéramos hecho así.

Y ojalá,
ojalá siguieras aquí
y no fueran ya veinte
las semanas que llevamos sin ti.

Y ojalá,
ojalá siempre.