viernes, 28 de abril de 2017

Vamos a portarnos mal.

Ahora sí,
como me gusta saber que esta sí.
Esta sí es la última cuenta atrás
para volver a vernos,
para encontrarnos
     [y perdernos.

Y que nos encuentre la madrugada
perdidos entre sábanas
o en la parte de atrás de tu caravana
y que nadie entienda los motivos
ni las razones
pero ojalá nunca deje de perderme en tu abrigo.

Aunque no deba emocionarme
porque pueda que todo salga fatal,
esta noche vamos a portarnos mal.

martes, 25 de abril de 2017

Por encima de todas las cosas... (¿o no?)

"Nunca habría podido imaginar que nuestras vidas tan íntimamente entrelazadas se pudieran distanciar a tal velocidad."

Ojalá entendiera qué nos está pasando,
cada vez más unidos,
cada uno por su lado.

No puedo comprender qué nos está distanciando,
cada vez más perdidos,
cada vez menos humanos.

Intentáis suplir con obsequios
los momentos de enfado pero yo no quiero participar en este juego,
quiero seguir a vuestro lado porque me gusta vuestro calor,
porque confío más en vuestros ojos que en los míos,
porque me dejaría caer si estuvierais vosotros abajo,
porque me dais vida
y no porque dais regalos.


Pero cada vez hay más gotas que van colmando el vaso,
cada vez hay más decepciones que ilusiones.
La confianza se apaga,
el cariño se desvanece,
las ganas persisten
pero cada vez estoy más cansada.
Agotada de nadar a contracorriente por vosotros
y no recibir ni la décima parte de lo que hago,
de ver como las palabras se van volando
y vuestros actos son todo lo contrario.

Y no dejo de pedir,
a lo que quiera que sea,
que por favor
yo tenga más paciencia
que ganas de tirar la toalla,
porque no quiero que lo nuestro
acabe en batalla.

No encendáis la cerilla
porque yo ya estoy en llamas.

miércoles, 19 de abril de 2017

Media con agujeros (en el corazón.)

Yo siempre fui una media.
Una media medio rota,
a la que ya nadie quería poner
porque decían que ya no vestía como las demás
y parecía que yo ya solo era de usar y tirar.

Pero una noche de marzo
       [o quizá era abril
en misión suicida
y a la vez escapista,
me metí en la lavadora
para escuchar a un grupo de rock
que me hacía no sentirme sola
y me sanaba el corazón.

Y allí le encontré,
gritando a mi lado canciones
        [¿de amor?
Un calcetín sin pareja
que ya nadie vestía
porque no había dos.

Me dijo que era bonita,
que entre los dos podríamos creer una nueva línea
       [de ropa,
y aunque al principio me pareció una idea loca,
él me agarró de uno de mis hilos
y me invitó a seguir bailando
hasta que ya no quedara rastro de pena
en nuestras puntadas.

Se contaron sus penas
y empezaron a ser.
Eran iguales,
se querían querer.

Desde entonces con una aguja
se cosieron el uno al otro
los agujeros del corazón
y viven felices
fuera del cajón.

lunes, 17 de abril de 2017

Número 365, calle M.

Como ya es costumbre
empezamos las cosas tarde
porque las palabras y las heridas asfixian
y toca soltarlo para dejarlo marchar,
arrepintiéndonos siempre de lo que no fue,
pidiendo perdón por no haber estado ahí,
por no ser la persona que deberíamos haber sido,
sintiendo no habernos despedido esa última vez
y mandando cartas
que ya nunca vas a leer
                     [como esta.

A día de hoy sigues doliendo,
y aunque sé que no puedo pedirte nada,
podrías volver
                      [para quedarte,
al menos para hablar
o aunque solo sea para despedirnos
y decirte así lo que nunca te dije
                       [por miedo
y pedirte perdón
por no demostrarte lo mucho que te admiraba,
lo mucho que te quería.

A veces pienso que me gustaría olvidar el pasado
y no recordar qué soy
                       [ni quién eres,
pero cada vez que lo hago
asimilo de nuevo que soy gracias a ti,
y entonces dejo de desearlo
y solo quiero volver,
volver al pasado para abrazarte
                      [y ojalá pudiera abrazarte otra vez,
me fundiría en un abrazo eterno contigo.
Un último abrazo
                     [pero ya no puedo salvarte por mucho que te eche de menos.

Sé también que nunca dejé que me mostraras
todo lo que podías enseñarme
y que quizás,
y solo quizás,
seas la única persona por la que me replanteé la vida
y la confianza en la humanidad,
y por eso no lo hubiese echado todo por la borda
solo por unos cuantos monstruos.
Que en lo más profundo de mi alma
sigo esperándote con la puerta entreabierta
porque no puedo dejar de echarte de menos.

Porque hay heridas que con el mínimo roce sangran demasiado
y esa es la diferencia entre vivir y sobrevivir,
porque a pesar de toda esta guerra y todo el daño,
nos hicimos felices,
nos hicimos más fuertes en este año.

¿Sabes?
No hay día en el que no me acuerde de ti
y ojalá no te hubieses ido,
porque desde aquel 15 de abril
no has dejado cuerda de tender
donde seque toda esta tristeza
y la temperatura estará siempre un par de grados bajo cero.

Sinceramente, no tengo mucho más que escribirte:
Gracias por los infinitos momentos,
gracias por todo lo que me has podido aportar,
gracias por enseñarme a vivir,
a sonreír
y a querer sin miedo.
Gracias, y siempre gracias, por sonreírme.
Ojalá pudiera vivir mil primaveras más contigo.
Ojalá esta historia continúe de la manera que sea
porque nadie pudo,
puede,
ni podrá
ocupar tu lugar.
Hasta siempre.

P.D: ¡Te quiero! ¡Te quiero! ¡Te quiero!
Siento mucho haberte querido tanto
y habértelo dicho tan poco.
-----------------------------------------------------------
La magia en este texto la han puesto @Nastideplastic@xlSweetsorrow ,
@david_mc__@mimiperez97@eligonzlez97, @chipi4rap, @matoal99, @angelahodar. @Naati99PA, @Paula_NG98, @RubenFrieiro, @CaarmeenPlaataa@stillfearless_, @sweetjodiee y @cuandomequieras.
Mil gracias por compartir conmigo vuestros sentimientos y por permitirme hacer una batalla colectiva en la que luchamos todxs juntxs. Gracias infinitas por ser luz y hacer magia.

lunes, 10 de abril de 2017

Eres (micro)poema.

Imaginarme. Desde aquella noche no dejo de imaginarme contigo.
Vamos a cualquier lado,
adonde quiera que sea y
nadie nos diga que no podemos tomarnos la última.

sábado, 8 de abril de 2017

Semana 51.

A una semana de que se cumpla un año de tu ida,
todavía seguimos perdiendo esta partida.

La batalla nos hizo más fuertes
pero nos dejó destrozados,
y rara vez creemos lo que te ha pasado.
Ponemos tu canción
una y otra vez
   y otra,
       y otra,
           y otra más.

Nos sentimos acompañados
al escucharla sonar,
aunque también nos haga daño
porque ella suena
y tú no,
porque ella puede estar
y tú...

Tú vives en cada risa que echamos,
en cada vez que con Estrella brindamos,
en cada melodía que tocamos,
en cada recuerdo que encontramos,
en cada uno de todos los momentos que conservamos.

Eme,
te sentimos cada vez más presente
y ojalá siempre nos sigas ayudando.

miércoles, 5 de abril de 2017

Quiére(me) libre.

“Cualquier cosa que sientas, la sientes hoy, pero el hecho de que no la puedas garantizar para el resto de tus días, no desmerece para nada tu sentimiento actual. ”



Y ahora que empezamos
vamos a seguir intentándolo.
Aprendiendo a querer
        [nos,
a bien-querer-nos libres.

Sin necesidad de para siempres,
sin ataduras de por vida,
sin posesiones absurdas
que nos traten como objetos de coleccionista,
pero con la confianza suficiente
como para tener más claro que nunca
en todos los días oscuros,
que al abrir los ojos tú vas a seguir estando
porque quieres,
me quieres.

Que no me prometas que vas a estar siempre
si no sabes lo que mañana vas a pensar,
que prefiero que despiertes un día
y me digas que ya no quieres ser libre conmigo            [porque quieres serlo con otra, con otro o contigo
a que vivamos engañados
en un bucle condenado al olvido,
al destierro absoluto del no-querer
         [nos.

Que prefiero saber 
que le gritas mis canciones a cualquier otra persona,
que seguir creyendo que las cantas por mí.
Ven,
vamos a desengañarnos juntos,
ven, 
vamos a bien-querer-nos libres.

sábado, 1 de abril de 2017

(Never) try, (never) know.

No quiero,
pero lo hago.
Mi mente dice que pare,
que me estoy equivocando.
Mi corazón dice que avance
que mientras haya ilusión todo vale.

No quiero,
pero lo hago.
Cuento los días que me quedan
para volver a verte,
convenciéndome de que las noches que faltan
se verán compensadas
cuando volvamos a fundirnos
          [juntos en el infierno.

No quiero,
pero lo hago.
No puedo dejar de ver tus fotos,
tus mensajes.
Escuchar tu voz de nuevo
es la melodía que ahora me calma,
que me acompaña cuando todo se queda a oscuras.

Tus gritos rompen el silencio
de este concierto en el que no estamos.

Eh, ¿y si lo intentamos?