Ese día que salí y jamás volví.
Querida tú que me lees:
Si una noche salgo de fiesta y no vuelvo,
no me culpes a mí,
no culpes a mi ropa,
no culpes al alcohol,
no me culpes por no tener batería en el móvil,
no culpes a la hora que era,
ni a los callejones por los que me metí.
Si una noche salgo de fiesta y no vuelvo,
no culpes a mis amigas por no llamarme,
por no esperar mi mensaje,
por quedarse dormidas aunque fuera lo último que querían.
No culpes a mis amigos por irse antes y no acompañarme,
por no estar siempre a mi lado,
por no esperar que abriera la puerta de casa.
Si una noche salgo de fiesta y no vuelvo,
no culpes a mi madre por no saber qué hacía su hija,
no culpes a mi padre por no saber educarme,
no culpes a mis hermanos por no cuidarme.
Si una noche salgo de fiesta y no vuelvo,
no culpes a mis compañeras de piso por no venir conmigo,
por no poner una alarma a las seis de la mañana para ver si estaba en casa,
por no hablarme cada cinco minutos para saber de mi paradero.
Si una noche salgo de fiesta,
si un día voy a clase,
si una mañana salgo a correr,
si una tarde voy al cine,
si una noche voy a un concierto,
si un día voy a trabajar,
si una mañana voy a comprar,
si una tarde voy a pasear...
Si un día, noche, tarde o mañana vivo libre y no vuelvo,
mamá,
amigas,
amigos,
compañeras de piso,
papá,
hermanos:
no os culpéis.
Dirán que fue vuestra culpa,
que fue la mía.
Me cuestionarán
y harán lo mismo con vosotrxs.
Me llamarán inconsciente,
irresponsable,
zorra,
puta,
borracha,
fresca,
insensata,
imprudente,
loca,
exagerada,
histérica,
descuidada...
Se olvidarán de decir que,
además de todo eso,
yo era valiente,
trabajadora,
empática,
combativa,
compañera,
rebelde,
amiga,
luchadora,
estudiosa,
fuerte,
revolucionaria,
habladora,
alegre,
feliz,
libre
y
viva.
Que no os importe,
que no os atormente,
pero sobre todas las cosas,
que no os frene,
que no paren vuestra lucha.
Ahora, con más fuerza que nunca,
con más ganas que nunca,
gritad,
gritad por mí,
por ella,
por todas
[las que luchan
y por las que les arrancaron la voz.
Si un día no vuelvo,
que esto no se convierta en un mar de lágrimas,
que todo se vuelva un océano de antorchas.
Si un día no vuelvo,
no dejéis nunca que me callen:
que se apaguen todas las velas,
pero que no lo haga mi voz.
Si un día soy yo la que no vuelvo,
espero ser la última que no lo haga.
#NiUnaMás #NiUnaMenos
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No estamos locas, estamos hasta el coño de que nos maten y que, aun por encima, tengamos que aguantar a los imbéciles de turno echándonos a NOSOTRAS la culpa de que nos asesinen, de que nos violen, de que nos maltraten.
Somos libres, somos valientes y queremos tirarlo todo abajo, acostumbraos.
Abrid los ojos y la mente de una puta vez, joder. Que nos están matando y no paráis de decir que nos morimos.
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