You are.

Eres el diciembre más caluroso en el que he vivido,
el desierto más mojado en el que me he perdido,
el viento huracanado más débil en el que he volado.

Eres el azúcar más salado que he probado,
el negro más blanco que siempre he apreciado,
el conformismo rebelde que nunca se cansa de luchar.

Eres las ojeras más dormidas de toda la ciudad,
la Roma con más luces que París,
la muerte en vida que más me hizo seguir.

Y cuando te enfadas
eres el mar más seco que he pisado,
los gritos más callados que he escuchado,
las quemaduras menos rojas que he besado,
el sol menos luminoso que puedo apreciar.

Porque eres
y con eso me basta.

Salida de emergencia

Estuve perdida en un laberinto sin salida,
curando mis heridas con saliva
y viendo pasar la vida.

Era pasiva,
tenía poco que ofrecer,
que decir,
que perder...

Sinceramente,
todo me importaba una puta mierda.

Hasta que llegaste tú,
mi salida de emergencia,
con la que pude salir volando de aquel desierto amargo.

Tú, mi vía de escape,
siempre directa hacia el desastre
si no te tenía delante.

Y con más alas que miedos

emprendimos el vuelo

que nos alejaría de todo

lo que un día no fuimos.

De todos los paseos que no dimos,

de todos los abrazos que nos saltamos,

de todos los besos que nos perdimos,

de todas las caricias que desperdiciamos,

de todas las fotos que no sacamos,

de todas las risas que apagamos,

de todos los miedos que mostramos,

de todos los recuerdos que creamos,

de todo lo que nos mató 

cuando todavía seguíamos respirando.

Para.

Voy a coger tu próxima salida,

déjame seguir respirándo

                                              [te.