"Así que mal y tarde te pido:
quédate hasta el día que lluevan pianos,
quédate."
Mal y tarde te vuelvo a escribir,
que ya sabes que yo daba todos mis días
por verte sonreír.
Mal y tarde,
como siempre.
Que aunque nosotros hayamos cambiado,
supongo que hay cosas que nunca cambiarán.
Mal y tarde,
te vuelvo a pensar,
que ya sabes que yo daba todas mis noches
por verte dormir a ti.
Qué más da,
las cosas siguen yendo mal.
Al fin y al cabo,
tú ya no estás.
Debimos dejar claro al principio,
quién de los dos iba a olvidar
y quién iba a llorar.
Mal y tarde,
ya no estamos ninguno de los dos.
Mal y tarde,
siempre mal y tarde.
Tal vez algún día aprenda
cómo se hace eso de vivir sin ti.
Mal y tarde, claro.
Como siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario