miércoles, 14 de junio de 2017

Everything changes.

"Hacedme caso, recordad este momento. Guardad los olores, la sensación del sol que quema y el agua que os salpica en la espalda, los amigos... Todo esto cambiará, pasarán los años, las tardes serán más cortas y cada vez os costará más encontrar momentos mágicos. No tengáis prisa en haceros mayores. Hacedme caso, algún día el recuerdo de este momento os puede salvar la vida..."


Siempre tarde.
Siempre dejando todo para el último minuto,
para el último segundo,
para el último momento.

Acostumbrados a vivir a través de pantallas,
a hablar muy poco a la cara,
a decir te quiero solo en píxeles.

Más preocupados por mostrarle a los demás lo que estamos viviendo
que por disfrutarlo
y dejar que se grabe a fuego en nuestras retinas.

Resultado de imagen de antes de que sea tarde tumblrSiempre en ese continuo síndrome del campamento de verano,
deseando que todo vuelva a repetirse,
asegurando que volveremos a pasar lo mismo pero todavía mejor,

porque nada cambiará
y lo que lo haga, nunca será para mal.

Hasta que volvemos y lo encontramos todo distinto,
todo más apagado.
Cagándonos en todo por no haber aprovechado aquel último verano
creyendo que habría uno mejor
y deseando volver al pasado
para poder repetir un solo día
de aquella infinita felicidad que creímos eterna.

Y es ahí cuando te das cuenta que lo que de verdad  importa es vivir el momento,
abrazar más fuerte que nunca,
besar más fuerte que nunca,
decir te quiero más fuerte que nunca,
reír más fuerte que nunca,
querer más fuerte que nunca,
volar más alto que nunca,
como si fuese la última vez que lo vas a hacer
         [por si acaso.

Dejarse de mierdas
y de rodeos y amar,
amar sin pantallas de por medio
y que nada importe más que eso.

Y sí,
volver al verano siguiente por mucho que cueste,
aunque los monitores hayan cambiado,
falte tu compañero de tienda favorito
o haya una baja permanente que nunca más podrás llenar,
porque aquí lo que importa es lo vivido
y aunque sepas que ya nada volverá a ser lo mismo,
sigues luchando y defendiendo tu camino.

Qué idiotas somos a veces
creyendo que todo es para siempre, ¿eh?

Porque sí,
va a doler.
Todos los abrazos que un día nos rompieron las costillas,
los besos dados a quien lo merecía y a quien no,
los te quiero pronunciados con o sin razón,
las risas sinceras,
las pesadillas compartidas,
los sueños por cumplir,
la lluvia en las pestañas,
los deseos por crecer,
por cambiar,
por volver (a ese verano).
todos y cada uno de los jodidos recuerdos van a quemar por dentro
pero exactamente esos son los únicos que nos darán paz cuando solo quede guerra,
que se abrirán cual paracaídas cuando saltemos al precipicio hartos de todo,
que nos darán oxígeno cuando no podamos respirar,
que serán agua cuando todo arda...

Así que guárdalos en ti,
que no se pierdan entre pantallas,
porque tú eres el mejor cofre de tus tesoros.
Así que vive,
y que quien ya no esté
viva cada día en tu sonrisa.


No hay comentarios:

Publicar un comentario