Después de tanto incendio,
parece que vuelvo a resurgir
de mis cenizas.
Y aunque todavía no puedo
cantar victoria,
te digo que nunca la había sentido
tan cerca como ahora.
Y eso es raro en mí,
que siempre me quedo con el lado malo,
el vaso medio vacío
y la cara negativa.
Pero hoy,
amor,
hoy vuelvo a volar
aún con las plumas quemadas.
Será que tienen razón
los que un día me llamaron soñadora
de imposibles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario